Mariano y Juvenal

Acatitla, Zontecomatlán, Veracruz

El 19 de noviembre de 2022, el equipo de Fomento participó en una Asamblea Comunitaria en una comunidad náhuatl de Veracruz. Asistieron 42 personas, y solo dos eran mujeres. Todas las personas que asistieron habían ido al menos una vez a un contrato.

Mariano, uno de los asistentes a la Asamblea y que tiene mucha experiencia en los contratos, mencionó: “Estuve yendo muchos años en los cortes de Sinaloa y siempre me fui sin información, aunque me tocaba vivir malos tratos.”

Igual que en otras comunidades, se les presentaron los resultados de las entrevistas realizadas como parte del Proyecto Ambulantes y las personas se interesaron mucho al sentirse identificadas, sobre todo con el tema de los malos tratos en los ranchos: “Aprendí que es bueno que se apoyen entre todos para que los contratistas cumplan con su palabra.”

Sobre la información recibida (incluyendo los materiales impresos), Mariano comentó: “Estoy agradecido, porque nadie nos había compartido sobre los derechos de los jornaleros. La gente sólo llega a ofrecer trabajo, pero no platica de cómo nos tenemos que cuidar”.

En cuanto a los cambios que esta información puede ocasionar en la comunidad, mencionó: “Vamos a pasar la información a la gente que no asistió y también con los que vayan a los nuevos contratos. Que cuando vengan los contratistas pidan permiso en la comunidad para que la gente regrese bien.”

Se habló de algunos casos de consumo de drogas, desapariciones y maltrato que han vivido jornaleros y jornaleras, y la gente empezó a opinar. Por ejemplo, que los contratistas sacan permiso en la Cabecera Municipal pero no en la comunidad. Cuando hombres y mujeres se van a los cortes, no avisan a la autoridad.

Juvenal, otro asistente, tiene 56 años y también ha ido muchos años a los contratos, comentó: “Preocupa que los jóvenes van a los cortes y consumen drogas, eso es cierto, porque en los ranchos hay reglas, pero a veces los mismos trabajadores no las respetan. Por ejemplo, el encargado dice que si un trabajador sale sin avisar y le pasa algo ya no es responsabilidad de la empresa, pero la gente no hace caso.”

Él piensa platicar con sus dos hijos que van a trabajar a Sinaloa, para que vayan más informados.

Comúnmente se los llevan a Baja California, Sinaloa y Tamaulipas, y les ha tocado vivir condiciones muy precarias; dijeron los hombres que algunos de ellos se iban con la esposa y sus hijos.

Juvenal concluye: “Esta información hay que tenerla presente cada vez que en la comunidad salgan a los diferentes estados y mencionarles antes de su partida. Platicar entre autoridades, como el Comisariado, el Agente Municipal y el Juez Auxiliar para saber qué hacer ante alguna situación de dificultad.”

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