Julián y Rafael
Zimatlán, Valles Centrales, Oaxaca
En las extensas jornadas bajo el sol para la elaboración del mural, algunas y algunos asistentes de la comunidad compartieron: lo que sabían antes sobre el COVID-19, lo que estaban aprendiendo del trabajo de hacer los murales, cómo pensaban que podía ayudar esa información a la comunidad y qué otros temas pensaban que podían tocarse con el mismo formato en el futuro.
Sobre el virus, Julián comentó: “Surgió en Asia y en pocos meses llegó a México. Es muy contagioso y es muy dañino, hasta puede causarte la muerte.” Otra persona habló de los primeros impactos que tuvo en la comunidad: “Llegaron comunicados y se pararon las clases en las escuelas y las fiestas.”
Acerca de lo aprendido, varias personas hicieron énfasis en el trabajo comunitario, en la participación de mujeres, niñas, niños, hombres, sin importar el calor o las horas de trabajo, ya que lo consideraron como algo valioso para toda la comunidad: “Pude ver cómo todos apoyábamos en el pleno sol. Sin importarles, todos pintaban y cortaban las figuras que le agregaron,” mencionó Julián.
Y también se habló de la utilidad del mensaje que transmitía el mural, acerca de prevenir el contagio de COVID-19 a través de una buena higiene: “Sirvió mucho, con esto las personas comenzaron a cuidarse más,” indicó Rafael.
“Deberían integrar temas acerca de las enfermedades sexuales, nuestros derechos como indígenas y sobre nuestra lengua,” sugirió Julián ante la pregunta de qué otros temas considera que sería útil plasmar en futuros murales.
En cambio, Rafael externó otras preocupaciones que aquejan a las comunidades y a las personas que migran de ellas en busca de mejores condiciones: “La verdad me causa tristeza que niños, mujeres y hombres, por falta de empleo, se van a trabajar a los campos y sufren mucho. Los datos no son los que corresponden a su credencial y cuando quieren cobrar su Afore no pueden. Los niños pequeños se van y pierden sus clases y el ciclo escolar. Los adultos mayores pierden sus apoyos; cuando regresan ya están dados de baja.
Estas problemáticas, tienen que ver con políticas excluyentes; como lo es el cierre de las escuelas migrantes, las cuales contaban con ciclos especiales adecuados para las familias que migran y que permitían que niñas y niños pudieran continuar con su educación básica. Al cerrar, se provocó también la fractura de la unión familiar, ya que las y los niños tienen que quedarse para no perder los ciclos escolares, mientras las madres y los padres van a trabajar a los campos agrícolas de otros estados.